Podemos ser el primer país desarrollado de América Latina.
Los cimientos y el primer piso
En 2019 los uruguayos eligieron un cambio en el modelo de desarrollo para nuestro país. La nueva administración ordenó la casa. Sin excusas, logramos bajar el déficit y la inflación, crear empleo, realizar obras inéditas y encarar reformas tan postergadas. Llegó la hora de construir un segundo piso de transformaciones.
El segundo piso de transformaciones
Gracias al camino recorrido en estos años, hoy nuestro país puede plantearse nuevos objetivos más ambiciosos. Nuestra visión es que podemos ser el primer país desarrollado de América Latina, no hay ninguna razón por la cuál debemos conformarnos con menos. Nuestro país está a mitad de camino: tenemos una calidad democrática y una estabilidad institucional asimilable a la de un país desarrollado, pero indicadores económicos y sociales que nos separa por mucho de ese horizonte.
Este programa señala cuál es el camino para acercarnos a esa aspiración de ser un país desarrollado. Ser un país desarrollado implicaría al menos tener un nivel de riqueza 30% mayor, reducir a la cuarta parte la pobreza infantil, universalizar la educación secundaria y generalizar la terciaria, y reducir a la mitad las rapiñas y homicidios. Claro que esto no se logra en cinco años, debemos aprovechar el impulso de este gobierno y sostener una ambiciosa agenda de reformas durante varios lustros.
El segundo piso de transformaciones
Este salto al desarrollo implica abordar simultáneamente diversas agendas. El segundo piso de transformaciones se sostendrá en siete pilares:
Avanzar hacia una macroeconomía aún más estable y bajar la inflación al 3%.
Agenda pro competencia para bajar el precio de combustibles, alimentos y productos de higiene personal.
Modernización de las relaciones laborales y mejorar las políticas de empleo.
Cambios en la institucionalidad de la política comercial.
Seguir con la estrategia de apertura de mercados.
Avanzar en la apertura unilateral.
Avanzar con las vías rápidas.
Seguir desarrollando el transporte por tren llegando a Salto, Rivera y Río Branco.
Concretar el proyecto Tren Tram y utilizar ferrocarril central para tren de cercanías metropolitano.
Primera infancia como prioridad absoluta política y presupuestal.
Abordaje del desafío demográfico.
Nueva unidad de combate al narcotráfico siguiendo el modelo italiano.
Profundización del trabajo con cárceles y liberados.
Profundizar la transformación educativa.
Acercar la educación mucho más al mundo del empleo.
Seguir impulsando la innovación, la ciencia y la tecnología como ejes de desarrollo.
Promover la confianza responsable como un cambio de paradigma en el vínculo entre las personas y el Estado.
Crear la figura del gerente de proyectos en Presidencia, que lidere la ejecución de las acciones estratégicas que requieren coordinación interinstitucional.
Promover la simplificación y fusión de organismos con competencias iguales o similares.